El Tío Tigre hablaba al Tío Gato: "Tío Gato, enseñame a bajar de los árboles como lo haces tú." "Claro que sí," le respondió el Tío Gato. "Vámos." Entonces los dos animales subieron un árbol muy alto sin problema. En el tope, Tío Gato dijo: "Ahora, da la vuelta, baja la cabeza y sígueme." El Tío Gato bajó primero. Dio la vuelta, bajó la cabeza, saltó del árbol y aterrizó parado en las cuatro patas. Le gritó al Tío Tigre que hiciera lo mismo. El Tío Tigre dio la vuelta, bajó la cabeza, saltó del árbol y aterrizó en la cara, aplastándose la nariz. "¡Oye!" gritó el Tío Tigre, sobándose la nariz herida. "Hice lo que me dijiste y mira lo que me pasó." Enojado, el Tío Tigre persiguió al Tío Gato por todo el bosque. Con miedo, el Tío Gato se fue a vivir en la casa del hombre y ya no vive en el bosque. El Tío Tigre vive en el bosque, quedó ñato y todavía no sabe bajarse de los árboles. |